Tras el nacimiento los padres eligieron a Ivor para que la bruja se lo llevaa, ella hizo un bote con un barril, puso el bebé dentro y lo lanzó al mar.
Ésto podría ser el final, pero la fortuna o el destino jugaron a favor del pequeño y fue recogido por un barco pirata de las islas Nelanzher. Lo criaron en la familia Psarrow para que cuando tuviera cierta edad les sirviera de mozos para las tareas de la casa, ésta familia de humanos manejaba muchos de los barcos piratas que había por la zona. Siendo un sirviente desde los cinco hasta los siete años.
A los siete le embarcan en una expedición por las tierras de Calim en busca de tesoros, donde la gente del barco es derrotada por las milicias locales. A él no se le acusa de nada al ser un mozo de limpieza del barco, además de muy pequeño.
A partir de ahí es reclutado como mozo por un caballero de la zona llamado Argus Raleh'sen y lo acompaña en sus travesías. El caballero idealista intenta que el joven mozo vaya por el buen camino con sus discursos y demostrando valor y valentía. Sin embargo, un día, ante la guarida de una criatura mágica, çeste huye atemorizado y es derrotado en su huida. Ivor, manteniendo la cabeza fría consigue huir, recogiendo la maza y el escudo del caballero muerto. Podría haberse alistado a la milicia local, o cualquier otra cosa, pero Ivor se la tenía jurada a alguien.
El joven buscó un barco que le pudiera llevar hasta las islas Nelanzher, y una vez allí empezó a idear la manera de acabar con aquellos que le hicieron sufrir en su momento. Esperó y esperó. Entonces, el día que las hijas de la familia se fueron al campo a buscar frutas, las atacó y mató. Enterró los cuerpos en los hoyos que ya había preparado en su momento y tapó las tumbas con los matorrales de la zona.
Un tiempo después se organizó una batida para buscar a las niñas y Ivor aprovechó el momento para infiltrarse en la cosa donde quedaba sólo la mujer del señor y un par de sirvientas. A la mujer la mató ahogándola, a las sirvientas les permitió vivir. Deslizó el cadáver por la ventana, y lo escondió aprovechando la oscuridad de la noche.
Ahora ya estaba listo para su última víctima; así que volvió a los aposentos y se escondió bajo la cama del señor. Cuando éste consiguió dormirse, se deslizó poe debajo de la cama, asió su maza con las dos manos y descargó el fatal golpe. La mala fortuna quiso que golpeara con un exceso de fuerza, alertando por ello a los guardias que había ante la puerta. Rápidamente saltó por la ventana y huyó lo mas rápido que pudo hacia el bosque. Sabía que cerca de allí había una ciénaga donde nadie se adentraba porque se decía que los muertos ahí cobraban viva, pero al ser su única esperanza, se adentró en ella.
Estaba listo para afrontar lo que allí le esperase, pensando que nada podía ser peor de lo que ya había dejado atrás, pero se equivocaba. Aun así, otra vez la suerte o el destino, hizo que la persona que habitaba allí y que era la "propietaria" de la cíenaga y de sus "habitantes" se apiadara del chico (por sus mas de doscientos años de soledad) y se lo llevó a su casa. Su nombre era Alessa Darkair. Ahí le dió de comer y le preguntó por su pasado, la mujer vio en el chico un futuro prometedor y lo tomó como aprendiz. Le inició en las artes de la nigromancia y la adoración a Velsharoon. Se pasaba todo el día entre los no muertos o con su maestra. Al final Alessa murió debido a su edad habiendo transmitido a Ivor buena parte de sus conocimientos.
A partir de este punto los dioses tenían otra sorpresa preparada para Ivor, una sorpresa que ningún mortal esperaría.
Es un humano clérigo.
3 comentarios:
Vaya caca de backstory me salio >_< (aficion a los comments)
Ya sabes, la reescribes y listos XD. Con editarla un poquito y añadir alguna cosilla no está tan mal.
Al menos la idea no es mala.
Me falto hacer algo de personalidad y me olvide de detalles que tenia escritos T_T
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