La batalla se extendió durante 30 minutos más, llevando hasta la extenuación a los guerreros, pero esta vez solo permanecía Wusul en pie, enfrentándose a los 2 orcos que quedaban dirigidos por el odioso chaman.
Cansado física y mentalmente Wusul sabia que si la contienda no acababa en pocos minutos no sobreviviría de ninguna de las maneras, así que se lanzo a la carga de nuevo predispuesto a acogerse a la muerte si Tempus así lo deseaba. Realizando un giro sobre si mismo y arrastrando el pie derecho consiguió levantar una tenue polvareda que le valió para adelantarse y con su enorme espadon cortar el aire, hasta que llego al pecho del orco, el cual desmembrado cayo al suelo entre convulsiones y espasmos. El chaman sabia que tenia que actuar, así que empezó a entonar en una extraña lengua, y de sus manos empezó a emerger una intensa luz, Wusul a sabiendas del efecto de ese conjuro (ya que lo había visto en su padre) intento parar la conjuración del mago pateando desesperadamente piedras del camino en su dirección, no era un cometido fácil ya que tenia que evitar las estocadas del orco que quedaba en pie. Sus esfuerzos fueron en vano ya que en pocos segundos una enorme bola flamígera se dirigía hacia el, sin escapatoria sin remisión Wusul perecería bajo las candentes llamas, desesperado dejo que el combatiente orco le atacara, llegando este a alcanzarle la pierna y atravesársela completamente sesgando prácticamente todos los músculos de su extremidad. Soportando el dolor a duras penas, Wusul agarro al orco por la pechera y en un acto de fuerza pantagruélico lo levanto del suelo, cual padre con su hijo, obteniendo así un parapeto que le protegiera de la bola infernal que tenia como proposito acabar con la vida de ambos combatientes.
El impacto fue espeluznante y ambos cayeron al suelo entre rescoldos y quemaduras. El orco totalmente calcinado hacia segundos que había dejado de respirar, por el contrario Wusul aun se mantenía con vida, pero no por mucho tiempo, las manos quemadas y su pierna izquierda totalmente desgarrada eran indicios de su derrota.
Un solo segundo fue suficiente para que pasara toda su vida por sus pensamientos, el valor de su madre, el conocimiento y saber de su padre, ellos no se sentirían orgullosos de el por haber perecido, un guerrero siempre sale victorioso, si no es así, es que aun no era un buen guerrero. Con la determinación que ese pensamiento le otorgaba se levanto sobre su pierna buena y se dispuso a avanzar para llegar a la altura del chaman, el cual había empezado a conjurar de nuevo, era imposible detenerlo en el estado en el que el bárbaro se encontraba, así que sin remisión tuvo q afrontar un enorme rayo que surgía de las arrugadas manos del chaman. Fue alcanzado en la pierna herida, la cual ahora colgaba inerte por los tendones, cercenada e irrecuperable, el chaman se divertía a costa del bárbaro, el sufrimiento que le estaba inflingiendo era la mayor recompensa que podía obtener después de perder a sus lacayos.
Era el fin, apoyado en el espadon se tambaleaba incontrolablemente, era imposible permanecer en pie sin su pierna izquierda y el chaman lo sabia, asi que se dispuso a darle el golpe de gracia, de nuevo empezo a conjurar una bola de fuego, esta vez seria el final…..
Aceptando su destino, Wusul soltó un grito de ira y desesperación e hizo lo único que podía, echando mano a su cinturón, agarro bien fuerte la tinaja que colgaba y utilizando las ultimas energías que le quedaban se la lanzo al chaman en un “Mero intento de distracción para evitar la conjuración” o eso pensó el chaman, pero no se percato de que la tinaja contenía aguamiel, la cual al romperse le embadurno, produciendo que esta se prendiera con el fuego de la conjuración.
Esta vez fue el chaman el que ardió en llamas y corría desesperadamente en todas direcciones intentando ahogar las llamas que le estaba robando la vida, momento en el cual Wusul lo atravesó con su enorme espada.
Acto seguido, viendo su objetivo cumplido el joven guerrero se desmayo adentrándose en un sueño del cual nunca despertaría, el cuerpo del joven bárbaro yacía sin vida en la tundra junto a sus compañeros de batalla, una muerte honrosa es la que encontró.
Tempus había estado observando la contienda, esta vez no medio a favor de ningún bando, pero las acciones del joven bárbaro le habían complacido. Ahora ya sabia a quien recurriría para solucionar ese tortuoso entuerto que se le había planteado hace pocos días, ahora ya sabia en quien tenia que depositar su confianza.
Wusul se despertó en un paradero desconocido, recuperado y con su pierna intacta, lo único que había cambiado era que ahora en sus antebrazos aparecía a fuego el símbolo de su dios TEMPUS, junto a el hacían criaturas extrañas, un minotauro, un semidragón, varios drows, paladines y guerreros moraban a su vera.
Que sucedía?
Que le depararían los designios de Tempus?
Cansado física y mentalmente Wusul sabia que si la contienda no acababa en pocos minutos no sobreviviría de ninguna de las maneras, así que se lanzo a la carga de nuevo predispuesto a acogerse a la muerte si Tempus así lo deseaba. Realizando un giro sobre si mismo y arrastrando el pie derecho consiguió levantar una tenue polvareda que le valió para adelantarse y con su enorme espadon cortar el aire, hasta que llego al pecho del orco, el cual desmembrado cayo al suelo entre convulsiones y espasmos. El chaman sabia que tenia que actuar, así que empezó a entonar en una extraña lengua, y de sus manos empezó a emerger una intensa luz, Wusul a sabiendas del efecto de ese conjuro (ya que lo había visto en su padre) intento parar la conjuración del mago pateando desesperadamente piedras del camino en su dirección, no era un cometido fácil ya que tenia que evitar las estocadas del orco que quedaba en pie. Sus esfuerzos fueron en vano ya que en pocos segundos una enorme bola flamígera se dirigía hacia el, sin escapatoria sin remisión Wusul perecería bajo las candentes llamas, desesperado dejo que el combatiente orco le atacara, llegando este a alcanzarle la pierna y atravesársela completamente sesgando prácticamente todos los músculos de su extremidad. Soportando el dolor a duras penas, Wusul agarro al orco por la pechera y en un acto de fuerza pantagruélico lo levanto del suelo, cual padre con su hijo, obteniendo así un parapeto que le protegiera de la bola infernal que tenia como proposito acabar con la vida de ambos combatientes.
El impacto fue espeluznante y ambos cayeron al suelo entre rescoldos y quemaduras. El orco totalmente calcinado hacia segundos que había dejado de respirar, por el contrario Wusul aun se mantenía con vida, pero no por mucho tiempo, las manos quemadas y su pierna izquierda totalmente desgarrada eran indicios de su derrota.
Un solo segundo fue suficiente para que pasara toda su vida por sus pensamientos, el valor de su madre, el conocimiento y saber de su padre, ellos no se sentirían orgullosos de el por haber perecido, un guerrero siempre sale victorioso, si no es así, es que aun no era un buen guerrero. Con la determinación que ese pensamiento le otorgaba se levanto sobre su pierna buena y se dispuso a avanzar para llegar a la altura del chaman, el cual había empezado a conjurar de nuevo, era imposible detenerlo en el estado en el que el bárbaro se encontraba, así que sin remisión tuvo q afrontar un enorme rayo que surgía de las arrugadas manos del chaman. Fue alcanzado en la pierna herida, la cual ahora colgaba inerte por los tendones, cercenada e irrecuperable, el chaman se divertía a costa del bárbaro, el sufrimiento que le estaba inflingiendo era la mayor recompensa que podía obtener después de perder a sus lacayos.
Era el fin, apoyado en el espadon se tambaleaba incontrolablemente, era imposible permanecer en pie sin su pierna izquierda y el chaman lo sabia, asi que se dispuso a darle el golpe de gracia, de nuevo empezo a conjurar una bola de fuego, esta vez seria el final…..
Aceptando su destino, Wusul soltó un grito de ira y desesperación e hizo lo único que podía, echando mano a su cinturón, agarro bien fuerte la tinaja que colgaba y utilizando las ultimas energías que le quedaban se la lanzo al chaman en un “Mero intento de distracción para evitar la conjuración” o eso pensó el chaman, pero no se percato de que la tinaja contenía aguamiel, la cual al romperse le embadurno, produciendo que esta se prendiera con el fuego de la conjuración.
Esta vez fue el chaman el que ardió en llamas y corría desesperadamente en todas direcciones intentando ahogar las llamas que le estaba robando la vida, momento en el cual Wusul lo atravesó con su enorme espada.
Acto seguido, viendo su objetivo cumplido el joven guerrero se desmayo adentrándose en un sueño del cual nunca despertaría, el cuerpo del joven bárbaro yacía sin vida en la tundra junto a sus compañeros de batalla, una muerte honrosa es la que encontró.
Tempus había estado observando la contienda, esta vez no medio a favor de ningún bando, pero las acciones del joven bárbaro le habían complacido. Ahora ya sabia a quien recurriría para solucionar ese tortuoso entuerto que se le había planteado hace pocos días, ahora ya sabia en quien tenia que depositar su confianza.
Wusul se despertó en un paradero desconocido, recuperado y con su pierna intacta, lo único que había cambiado era que ahora en sus antebrazos aparecía a fuego el símbolo de su dios TEMPUS, junto a el hacían criaturas extrañas, un minotauro, un semidragón, varios drows, paladines y guerreros moraban a su vera.
Que sucedía?
Que le depararían los designios de Tempus?
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