Sesión 02: Segunda Parte

jueves, 16 de abril de 2009

Tras el desprendimiento sufrido en la sala anterior, el grupo decidió volver hacia atrás, para investigar alguna zona que se habían dejado por investigar.

Sala A70 y A71. Cuarteles

Se trata sin duda de dos de las áreas que siguen ocupadas de ésta parte del complejo. En éste caso son dos habitaciones separadas entre sí por una abertura sin puerta, que contienen varios camastros y algún que otro muñeco de entrenamiento.

Sólo abrir la sala, el grupo se vio de frente con dos grupos de cinco orcos, ambos separados por muy poca distancia. Antes que ningún miembro del grupo fuera capaz de reaccionar, el clérigo Galad inspiró una buena boncanada de aire y soltó una ráfaga de ácido por la boca que dejó a los orcos burbujeando en charcos de su propia carne.

Sala A69. Barracones

Varios trozos de la habitación están llenos de ruinas, además, las paredes parecen muy poco seguras. De todas formas, en las paredes hay varias camas.

Aquí les esperaba un grupo grande de kobolds. En concreto 14 enemigos, entre los que destacaban un mago y sus tres guardaespaldas. El combate fue bastante sangriento, entre el lanzamiento de oscuridades para mantener al mago ocupado y la fiereza de los combatientes, el grupo causó una gran escabechina entre los kobolds, aniquilándoles en poco tiempo. Aún así, algunos de éstos pequeños seres consiguieron herir a nuestros héroes, dejando al pícaro Durdin al borde de la muerte (y sanado por Wusull antes de preciparse al otro lado).

Cuando el grupo creía que el combate había finalizado, un demonio surgió de los restos del mago kobold. Se trataba de un barbazu, que armado con su enorme guja consiguió tumbar al temible minotauro Kornak. Aun así, la superiedad numérica y de recursos del grupo consiguió tumbar al demonio.

Y mientras se estaban reponiendo de las heridas y sanando a aquellos que mas maltrechos habían quedado, un apestoso troll apareció por la puerta por la que acababan de entrar. El combate, completamente a la desesperada, casi estuvo a punto de ser demasiado para el grupo, y el monje Ledisha quedó insconsciente en la carga de la enorme bestia.

Una vez acabados los combates, curadas las heridas, y recuperados los conjuros, volvieron sobre sus pasos para tomar una habitación que habían dejado atrás hacía ya varias horas.

Sala A22. Pilares de Agua

Tras pasar por largos pasillos que parecen poner cierto orden en el complejo, llegaron a una habitación con cuatro pilares de agua que se mantenían en el aire mágicamente. En medio de los pilares, un curioso altar presidido por tres grandes ogros dio la bienvenida al grupo.

Tras los durísimos combates mantenidos hasta el momento, los ogros cayeron rápidamente bajo la furia del grupo. Que enseguida registró la sala, y al no encontrar nada de valor, se fue por donde había venido para seguir avanzando por el complejo.



Llevan ya en la mazmorra un día y nueve horas. Hermenegildo y Galad muestran síntomas de estar enfermos, y Randall se empieza a encontrar mal (le queda un día y trece horas para enfermar).

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