Sesión 05: 1a Parte

martes, 28 de julio de 2009

Tras descansar en la habitación con el portal a ninguna parte, el grupo siguió investigando la zona A de la mazmorra; eso sí, tras luchar de nuevo contra el caballero de la muerte (al que vencieron de nuevo, pero se les hizo mas difícil).

Sala A105. La Habitación Olvidada

La puerta a ésta habitación estaba cerrada a cal y canto; y encima contenía una trampa de bola de fuego para el primero que la abriera. Desgraciadamente la abrió el semidragón, que es inmune al fuego.

Una vez dentro de la habitación, vieron un pequeño esqueleto tirado cerca de una mesa destrozada en una habitación plagada de hongos y suministros echados a perder.

Entre los restos del cadáver encontraron una capa de protección +1, un amuleto de salud +2 y un conjunto de rollos de pergamino para mago.

Sala A107. Celdas

Una serie de celdas del mismo tamaño lo suficientemente espaciosas como para hacer la estancia de alguien confortable. Por lo demás sólo encontraron varios objetos personales rotos y nada de valor.

Sala A106. Habitación del Trueno

En la puerta de la sala había inscrita la runa del Trueno (en celestial), runa que puudieron leer tanto Galad Cormaril como Hermenegildo Hubes. Al entrar en la sala todos los personajes buenos se sintieron mejor, y el malvado recibió una descarga eléctrica.

Sala A108. Habitación del Frío

Una nueva puerta con una runa celestial grabada en ella (y en el suelo de la habitación). Al entrar los personajes se dan cuenta que se trata de una habitación con un pequeño lago, y Randall, sin dudarlo ni un momento sumerge su brazo en él hasta el hombro.

Al ser el primero en introducirse en el agua, recibe un bono a todas las salvaciones de fortaleza de +5 (permanente), además de curarse de las enfermedades que sufría.

Los demás, al ver las propiedades del agua, no dudan llenar sus odres con ella.

Sala A109. Habitación de la Niebla

En ésta enorme habitación no veían absolutamente nada desde fuera debido a una niebla increíblemente densa. Los héroes, sin temer lo que hubiera dentro, se metieron atados con cuerdas (que sujetaba del exterior Steven Galleon). A medio camino y al ver que entre la niebla se recibían dolorosas descargas eléctricas, Hermenegildo Hubes decidió salir de la sala, por lo que sólo quedaron tres en su interior. Al salir de la habitación, éstos héroes llevaban consigo un par de pociones que habían encontrado siguiendo las paredes de la sala.

Y hasta aquí llegamos hoy, en pocos días seguimos con la quinta sesión de juego.

0 comentarios: